Frecuentemente entre hermanos hay rivalidad por la atención y cariño de los padres y que en muchos casos son ellos quienes parecieran preferir a uno de los hijos. No necesariamente es que quieran más a un hijo, pero la afinidad de gustos y personalidades entre los padres y cada hijo es diferente. Las preferencias pueden ser por muchas razones, usualmente se dan casos en que se protege o mima más al pequeño, se da más importancia o se confía más al mayor, se prefiere a la mujer entre varios varones o viceversa, etc. Resulta difícil entonces para los padres ser justos en cuanto a su cariño y atención con los hijos ya que cada uno es diferente y sus necesidades también varían. Hay niños más necesitados de afecto mientras otros son más distantes; niños independientes y seguros y otros que dependen mucho de los papás. Cada hijo requiere una atención diferente y lo importante es que los padres sepan cubrir las necesidades de cada hijo por igual. El ser justos con lo hijos no es tratar a todos de la misma manera, sino saber dar a cada uno lo que necesita, especialmente tiempo y la debida atención.
Los padres no deben sentirse mal ni sentir que quieren menos a un hijo si se llevan mejor con uno de ellos. Las personalidades, gustos y formas de ser y pensar hacen que cada padre tenga una relación diferente y única con cada hijo. Sin embargo, los padres tienen que estar atentos a sus acciones y palabras para que los niños no se sientan aislados o inferiores en relación a sus hermanos, ya que a esa edad el cariño de los padres es algo muy importante. Los sentimientos de preferencia o incluso resentimientos pueden durar toda la vida y perjudicar la relación con los padres y entre hermanos. Los padres tienen que poner en claro que aunque las relaciones sean distintas, el afecto y las oportunidades serán las mismas para todos. Todos los hijos, sin importar la relación que tenga con sus padres deberán poder ganar ciertos privilegios o derechos, como la confianza, permisos para salir, o incluso ser premiado, o así mismo perderlos si no se sigue lo acordado.
Lo más importante es tener momentos exclusivos para compartir con cada hijo, sea en la casa, en el carro o practicando algún hobby, actividad, etc. Así mismo, los padres deben estar disponibles para dar el tiempo y la dedicación necesaria a cualquier hijo cuando éste lo necesite. En lo posible, evite las comparaciones negativas entre hermanos. Esto solo causará resentimientos contra los padres por parte del hijo por no ser aceptado como es y contra el hermano por ser él el ejemplo de lo que los padres desearan en él.
Frecuentemente la gente se pregunta cómo y dónde apadrinar a un niño latinoamericano. Existen fundaciones, escuelas y otras organizaciones dedicadas a la labor social, que acogen, educan y forman a niños de escasos recursos. Es a estos niños que uno puede apadrinar mediante contribuciones económicas y a veces, dependiendo de la organización, conocer y entablar una relación de amistad y protección, como un padrino lo haría.
En 1993, un grupo de matrimonios católicos de Quito decidió unirse y comenzar una obra social relevante para cumplir con Dios y con su ciudad, formando así la Fundación Padre José Kentenich, y en 1994 inauguraron la guardería Niños de María dirigido a niños de escasos recursos en el barrio de La Comuna. Para el año 1998, se fundó la escuela “San José de la Comuna” con el fin de seguir educando y protegiendo a los niños que terminaban la guardería, como una alternativa a su realidad dura social, familiar y económica. Cada año se ha incrementado el número de nuevos alumnos y hoy cuentan con cerca de 300 niños.
Si usted está interesado en apadrinar un niño de esta fundación o ayudar de alguna manera, puede leer más acerca de esta fundación en
La amniocentesis se realiza introduciendo una aguja en el vientre de la madre para tomar una muestra del líquido amniótico (el líquido donde flota el bebé). El médico se ayudará con un ultrasonido para buscar el punto más seguro y apropiado para realizar el procedimiento, que dura aproximadamente 45 minutos y la toma de la muestra unos 5 minutos. La amniocentesis puede detectar en un 98-99% la probabilidad de algún defecto, sin embargo no determina la gravedad del defecto.
Para saber si estás embarazada, existe la prueba de sangre y la de orina. Todas las pruebas detectan la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), que aparece cuando la mujer está embarazada. La prueba de sangre, que te la hace el médico, puede detectar la hormona hCG alrededor de 6-8 días después de la ovulación, mientras que la de orina puede determinar el embarazo a partir de dos semanas luego de la ovulación, que es cuando te debe venir tu periodo.
Recientemente, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EEUU declaró que las medicinas para la gripe y resfriado en niños menores de dos años son peligrosas y no se deben tomar. El peligro está en la sobredosis, que según estudios suele suceder frecuentemente. La medida exige retirar muchos de las medicinas para bebés, y estandarizar los goteros o cucharas con que vienen las medicinas para evitar confusiones y consecuentemente una sobredosis.