La circuncisión, que es el procedimiento mediante el cual se quita el prepucio del pene, es una práctica poco común en Latinoamérica y debido a esto, el tema es poco conocido y la información escasa. Sin embargo, es un tema que tiene sus seguidores como sus opositores. Hoy en día los expertos sostienen que no hay ninguna razón médica para hacerlo y muchos padres no ven la necesidad de alterar físicamente o hacer sufrir a su hijo sin ninguna razón aparente. Generalmente, las razones por las cuales los padres deciden circuncidar a su bebé generalmente son religiosas, por tradición familiar o por ciertos beneficios como más facilidad en la higiene.
En Latinoamérica así como en Europa y algunos otros países, este procedimiento no es común e incorrectamente se cree que es una práctica solo de los Judíos, o en ciertos países se cree incluso que es algo ”no católico” o es mal visto por los machistas. En la misma Latinoamérica hay diferencias de opinión de un país a otro. En Chile y Argentina por ejemplo, el número de hombres circuncidados es muy bajo, dado a su influencia europea. En otros países como en algunos de Centroamérica, la circuncisón es más común. Algunos sugieren que la circuncisión en estos países se practica por influencia norteamericana, donde la circunsición es bastante popular. Incluso en Estados Unidos, el número de recién nacidos circuncidados varía mucho entre las diferentes regiones del país, marcado por los diferentes grupos raciales y culturales.
Los beneficios de circuncidar a su bebé son una higiene más fácil, menos chance de infecciones urinarias, un menor riesgo de cáncer de pene y en ciertos lugares o culturas, el “no verse diferente” especialmente en la adolescencia. De la misma manera, un niño, y eventualmente hombre no circuncidado, no tendrá ningún problema físico ni emocional en su vida debido a esto. Varios estudios hechos por la Academia Americana de Pediatría sostienen que no hay diferencia en la higiene entre hombres circuncidados o no si se tiene el cuidado apropiado y que la cicuncisión sí disminuye en cierto porcentaje las infecciones urinarias o cáncer de pene, pero que normalmente estos riesgos son poco comunes en niños menores a un año. Debido a esto, no ha habido evidencia suficiente para recomendar la circuncisión como algo rutinario.
Actualmente en muchos países de Latinoamérica existe la posibilidad de la circuncisión en hospitales privados ya que generalmente los públicos no dan la opción. Si usted decide circuncidar a su hijo, el procedimiento dura aproximadamente unos 20 a 30 minutos y generalmente se realiza con anestesia local, por lo que su bebé no sentirá dolor. El pene cicatrizará completamente en una semana más o menos y no deberá tener ninguna otra molestia. La circuncisión es una cirugía menor, que en ciertos casos también se la practica en niños más grandes o adultos debido a razones médicas o estéticas.
Como hemos enfatizado, la decisión es enteramente de los padres, pero no está demás informarse sobre el tema.